PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL MAL ALIENTO
Cuando las partículas de los alimentos no se eliminan correctamente, se desarrollan bacterias en los dientes, en las encías y en la lengua. Esto puede causar mal aliento y puede empeorar si las bacterias continúan desarrollándose. Así que ser meticuloso con un buen régimen bucal es el mejor remedio para el mal aliento convencional. Una rutina de cepillado dos veces al día, el uso de hilo dental y de un enjuague bucal evita que las bacterias que causan el mal olor se apoderen de tu boca.
No tengas vergüenza de preguntarle a tu dentista sobre cómo tratar el mal aliento. El problema puede resolverse con facilidad o, por el contrario, puedes descubrir que existen problemas más profundos. Sin embargo, puede ser difícil de identificar hasta que le preguntas a un profesional del cuidado de la salud bucal.
El mejor tratamiento para el mal aliento es el que ataca la raíz del problema. En la mayoría de los casos, el mal aliento es causado por una higiene bucal deficiente; es decir, cuando no se es lo suficientemente meticuloso en la eliminación de las bacterias de la boca. Las bacterias que no se eliminan se acumulan e intensifican los olores desagradables. De modo que una rutina de cepillado, el uso de hilo dental y de un enjuague bucal antiséptico como LISTERINE® dos veces al día evitará la mayoría de las formas de mal aliento. Asegúrate de cepillarte también la lengua.
Los chequeos regulares con el dentista son otra forma sencilla de ayudar a prevenir el mal aliento. Someterse a un examen y limpieza profesionales al menos dos veces al año puede contrarrestar la acumulación de bacterias que causan el mal olor. Sigue atentamente las instrucciones del dentista, presta atención a los alimentos y bebidas que consumes y utiliza elementos como un raspador de lengua para lograr efectividad adicional en la eliminación de restos de alimentos y bacterias.
Estar preparado y conocer las causas del mal aliento, sin embargo, es la mejor manera de evitar olores embarazosos. Algo tan sencillo como cepillarse, usar hilo dental y enjuagarse con un enjuague bucal dos veces al día puede evitar que las bacterias se acumulen y causen mal aliento, gingivitis y otros problemas de salud bucal más graves.