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DISCUSIÓN

Los catéteres venosos centrales permanentes se utilizan ampliamente para una variedad de indicaciones, como quimioterapia, estimulación cardíaca, administración de líquidos intraoperatoria y postoperatoria, antibióticos, nutrición parenteral total (NPT), productos sanguíneos, medicamentos inotrópicos y corrección de electrolitos. Muchas complicaciones relacionadas con las líneas del CCIP, como trombosis venosa profunda de las extremidades superiores, infección, obstrucción del catéter, migración, sangrado, fractura, perforación de la vena con guía y anudamiento del catéter dentro de la vena, están bien documentadas. Se realizó un estudio prospectivo de 222 pacientes para evaluar las complicaciones relacionadas con la línea CCIP en un hospital francés. Las complicaciones reportadas incluyeron obstrucción de la vía, trombosis venosa profunda e infección.

En nuestro caso, se insertó una línea de CCIP para uso postoperatorio a largo plazo para la obtención repetida de muestras de sangre, NPT y tratamiento antibiótico a largo plazo, líquidos y electrolitos. Aunque el dispositivo funcionaba bien, se suspendió su uso debido al edema local de la extremidad resultante. El edema de las extremidades superiores estaba presente en ambos lados, lo que podría deberse a una baja albúmina y a la posición dependiente de la extremidad. Se utilizó un catéter de luz única, y la extracción de la guía durante la inserción de la línea del CCIP fue suave, por lo que se descartó la posibilidad de que la guía perforara la vena. No se realizó una exploración doppler, ya que se llamó al equipo de anestesia después de que el residente de la sala retirara la línea del CCIP. Después de la extracción, la vena se encontró firmemente adherida al catéter en toda su longitud. La interrupción del uso de la vía del CCIP sin lavado con solución salina heparinizada o solución salina normal podría haber llevado a la formación de trombo, espasmo de la vena y una adherencia estrecha de la vena al catéter que causó la extracción de la vena durante su extracción. Sin embargo, no hay pruebas suficientes sobre el uso de solución salina heparinizada o normal para prevenir el bloqueo del catéter.

Se aconsejó compresión, elevación de extremidades afectadas y mejora del estado nutricional. El estudio Doppler realizado en esta etapa no mostró evidencia de trombosis venosa. El paciente fue dado de alta sin compromiso de extremidades. En el décimo día de visita tras el alta, el edema de las extremidades se había reducido y la función general de las extremidades era buena.

El King Edward Memorial Hospital, Australia, ha dado pautas elaboradas para la eliminación de la línea PICC. Según ellos, la máxima resistencia que se siente durante la extracción es causada por un espasmo venoso. En caso de fallo de la extracción en el primer intento, han sugerido el reposicionamiento del brazo, un lavado salino lento y la aplicación de calor caliente a lo largo de la vena durante 15-20 minutos antes de volver a intentar la extracción.

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