Paulo Freire
Fin del exilio
En 1979 se levantó el estatus de exilio de Freire, lo que le permitió regresar a Brasil, donde se convirtió en secretario de educación en Sao Paulo. Durante la década de 1980 publicó ampliamente en las áreas de educación, política y alfabetización. En estos escritos desarrolló temas discutidos anteriormente y continuó repensando su aplicación práctica a nuevas situaciones.
Freire creía que los pueblos pobres del mundo son dominados y víctimas de aquellos que poseen el poder político. Lo que los pobres necesitan es liberación, una educación que les dé una conciencia crítica, que les invierta una agencia para cambiar y que se deshaga de las estructuras opresivas de su sociedad. Tal educación no conformaría ni moldearía a las personas para que encajaran en los roles que espera la sociedad, pero las prepararía para realizar sus propios valores y realidad, reflexionar y estudiar críticamente su mundo, y pasar a la acción para transformarlo. Al trabajar con adultos analfabetos, Freire propuso la selección de palabras utilizadas por los pobres en su vida cotidiana para expresar sus anhelos, frustraciones y esperanzas. De esta lista de palabras se desarrolla una lista más corta de posiblemente 16-17 palabras que contienen los sonidos básicos y las sílabas del idioma. Estas palabras se descomponen (decodifican) en sílabas; después, los alumnos forman nuevas palabras haciendo diferentes combinaciones de sílabas. En un período de tiempo relativamente corto (unos pocos días), por lo general se escriben cartas simples entre sí. Durante sus estudios se produce simultáneamente un segundo y más profundo nivel de análisis. Es decir, el profesor que usa las mismas palabras ayuda a los estudiantes a decodificar su mundo cultural y social. Este nivel más profundo de actividad lleva a los estudiantes a una mayor conciencia de las fuerzas opresivas en sus vidas y a la realización de su poder para transformarlas.
Freire escribió 25 libros que fueron traducidos a 35 idiomas y fue profesor honorario de 28 universidades de todo el mundo. Sostuvo que nunca habría sido arrestado o criticado si hubiera seguido enseñando abecedario. Cayó en desgracia, dijo, debido a su teoría de que el analfabetismo, no cualquier razón religiosa, hacía a la gente pobre. Dijo: «La educación es libertad.»Después de su muerte en 1997, hubo un luto de tres días en el estado de Pernambuco.