Nutrición humana
Micronutrientes
Las vitaminas cumplen una amplia variedad de funciones al permitir que las enzimas funcionen (contribuyendo así a la síntesis del cuerpo), y en la visión, la inmunidad, la protección contra los radicales libres dañinos y la absorción de otros nutrientes. Las vitaminas liposolubles (A, D, E y K) se absorben con la grasa de la dieta y se almacenan principalmente en el hígado. Las vitaminas solubles en agua (vitamina C y vitaminas del grupo B) no se almacenan en el cuerpo (excepto la vitamina B12), ya que se mezclan libremente con los fluidos corporales y son rápidamente excretadas por los riñones.
Los minerales son elementos químicos como sodio, potasio, cloro, calcio, hierro, magnesio, manganeso y fósforo. En última instancia, provienen del suelo y pasan a la cadena alimentaria de las plantas a los seres humanos. Algunos minerales sirven como electrolitos, sales que se disocian en el agua a partir de partículas cargadas (iones), cuyos movimientos a través de las membranas celulares producen señales nerviosas y contracciones musculares (incluidos los latidos del corazón). Los minerales tienen un efecto importante en la ósmosis y, por lo tanto, afectan fuertemente el equilibrio hídrico del cuerpo. Actúan como cofactores que permiten que muchas enzimas funcionen.
El calcio y el fósforo son componentes importantes de los huesos y los dientes. El fósforo también forma parte del ácido desoxirribonucleico (ADN), el ácido ribonucleico (ARN), el trifosfato de adenosina (ATP) y los fosfolípidos que componen las membranas celulares. El yodo es necesario para producir hormona tiroidea, y el hierro para producir hemoglobina .
La buena nutrición depende de los sentidos del hambre y la sed, ambos controlados por centros en el hipotálamo del cerebro. La sed se desencadena por la deshidratación y el hambre por una concentración baja de glucosa en sangre. La saciedad (satisfacción) de sed y hambre a largo plazo se produce cuando el contenido de agua y glucosa de la sangre vuelve a la normalidad. El hipotálamo regula así los patrones de alimentación y bebida, aunque también están sujetos a factores como el hábito, el estrés, la hora del día, las obligaciones sociales y la disponibilidad de alimentos y bebidas. La pirámide alimentaria es un gráfico de las cantidades relativas de diferentes categorías de alimentos recomendadas para una dieta diaria saludable.