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Constantin Brancusi

Uno de los escultores más pioneros de la era moderna, Constantin Brâncuși parecía emancipar a los espíritus reposantes de sus súbditos de sus límites corporales, al igual que con sus elegantes pájaros de bronce pulido y mármol que sugieren no tanto cuerpos de animales como elegantes parábolas de vuelo.

Constantin Brâncuși (pronunciado Bran-KOOSH en el rumano original) nació el 19 de febrero de 1876 en las estribaciones de los Cárpatos, hijo de pastores pobres. A los dieciocho años, se matriculó en la Escuela de Artes y Oficios de Craiova, donde estudió carpintería y escultura. En 1903, viajó a París, trabajando brevemente en el taller del ilustre Auguste Rodin antes de emprender su propia búsqueda hacia la abstracción radical de las formas naturales. Logró esta visión estética distintiva principalmente a través de la talla directa, en lugar de esculpir modelos para ser fundidos en otro medio, una práctica que se remonta a las tradiciones populares de su nativa Carpatia, así como a las culturas «exóticas» africanas y polinesias de las que Brâncuși y muchos de sus pares modernistas se inspiraron. En 1913, la obra de Brâncuși se mostró tanto en el Salon des Indépendants como en el Armory Show, la primera gran exposición de arte moderno de América. En 1920, causó revuelo con la Princesa X, que convirtió a María Bonaparte en bultos turgentes que muchos en el Salón consideraron indecentes. Más tarde en esa década, el escultor se encontró en el centro de otro alboroto cuando su ahora icónico Pájaro de bronce en el Espacio fue clasificado inicialmente como «Utensilios de Cocina y Suministros Hospitalarios» por la Aduana de los Estados Unidos. En 1938, Brâncuși recibió el encargo de crear un monumento de la Primera Guerra Mundial en Târgu Jiu, que para muchos estudiosos representa el desenlace de su carrera artística. Murió el 16 de marzo de 1957.

El trabajo de Brâncuși se encuentra en instituciones como el Muzeul Național de Artă al României en Bucarest, el Museo de Arte Moderno de Nueva York y el Musée National d’Art Moderne, al que legó el contenido de su estudio. Lo más destacado de la subasta reciente incluye Prométhée, que se vendió en Sotheby’s en 2012 por 12,68 millones de dólares, frente a una alta estimación de 8 millones de dólares.

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