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Atlantic Spine Center

A menos que haya preocupaciones de muerte nerviosa u otra lesión permanente para el paciente, el primer paso para tratar la radiculitis debe ser a través de una intervención conservadora y no quirúrgica. Dependiendo de la afección subyacente que esté causando la radiculitis, los tratamientos conservadores tienen una alta tasa de éxito y en muchas ocasiones conducirán a una recuperación completa.

El tratamiento no quirúrgico para la radiculitis puede incluir terapia de calor y / o frío, ejercicios para ayudar a fortalecer la espalda, medicamentos antiinflamatorios y terapia física combinada con modificación de la actividad. La mayoría de las personas que obtienen buenos resultados con los tratamientos anteriores descubrirán que sus síntomas disminuyen o se alivian en un plazo de 6 semanas.

Se utilizan herramientas y procedimientos de diagnóstico avanzados para ayudar a desarrollar un programa de tratamiento que se adapte a sus necesidades específicas. La ubicación de su radiculitis, la gravedad de sus síntomas y el tiempo que los ha estado sintiendo se tienen en cuenta al determinar qué plan de tratamiento para la radiculitis es bueno para usted. Atlantic Spine Center tendrá en cuenta su historia, cuáles son sus necesidades y diseñará un plan adecuado para usted.

Cirugía para la radiculitis

En la mayoría de los casos de radiculitis, la cirugía solo se ofrece una vez que se han explorado todos los métodos conservadores de tratamiento. Sin embargo, en algunos casos, como en el caso de debilidad muscular progresiva, puede ser necesaria una operación de radiculitis para evitar daños permanentes. Dado que la debilidad muscular es un síntoma claro de pinzamiento nervioso, o incluso muerte nerviosa, aliviar la presión nerviosa se convierte en una prioridad en estas circunstancias.

Si usted es candidato para la cirugía de radiculitis, hay varios procedimientos quirúrgicos disponibles para usted. El procedimiento adecuado para usted dependerá de muchos factores, el más importante de los cuales es la afección que causa su radiculitis.

Discectomía endoscópica

Si la afección subyacente que causa radiculitis es un desgarro de disco, una protuberancia de disco o una hernia de disco, una discectomía endoscópica puede tener resultados positivos. Durante el procedimiento, usted estará bajo anestesia local mientras un tubo metálico pequeño, del tamaño de un lápiz, es guiado por rayos X hacia el área problemática de la columna vertebral. Este tubo sirve como un conducto para las herramientas quirúrgicas para evitar cortar o desgarrar los músculos que es común en otros métodos de cirugía de espalda abierta.

Foraminotomía endoscópica

Este es un procedimiento quirúrgico que puede ayudar con la radiculitis causada por cambios degenerativos en la columna vertebral, la espondilolistesis o el síndrome de cirugía fallida de espalda o cuello. Bajo anestesia local, se inserta un pequeño tubo de metal, del tamaño de un lápiz, en el orificio del nervio espinal lumbar (neuroforamen). El nervio espinal se encuentra con una cámara que mira a través del tubo y está protegido. Bajo visión directa, los espolones óseos, las cicatrices, el crecimiento excesivo de los ligamentos, los discos sobresalientes y parte de la faceta lumbar con problemas se eliminan con las herramientas adecuadas.

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